Todas las carreras que de una manera u
otra están asociadas con la
explotación agrícola poseen una responsabilidad muy
grande con el medio ambiente, la ingeniería de alimentos no
es la excepción; pero para poder hablar acerca de los retos que
posee esta carrera, primero debemos saber que es
la ingeniería de alimentos y cual es su campo de acción.
INGENIERO DE ALIMENTOS: El Ingeniero en Alimentos
aplica los principios de la Ingeniería de los procesos y la Tecnología, a la
industrialización de los alimentos, capaz de proyectar, instalar, poner en
marcha y controlar industrias alimentarias, el manejo de control de calidad, el
valor nutritivo de los alimentos, técnicas modernas de conservación,
almacenamiento y transporte de productos alimenticios.
Desarrolla y adopta nuevas tecnologías para el proceso de elaboración de alimentos, formula nuevos productos alimenticios, valora y mejora el poder nutritivo de los alimentos. Además aporta información acerca del impacto que los procesos productivos ligados a la agricultura y ganadería pueden tener sobre la calidad nutricional de estos.[4]
Desarrolla y adopta nuevas tecnologías para el proceso de elaboración de alimentos, formula nuevos productos alimenticios, valora y mejora el poder nutritivo de los alimentos. Además aporta información acerca del impacto que los procesos productivos ligados a la agricultura y ganadería pueden tener sobre la calidad nutricional de estos.[4]
Aunque un ingeniero de alimentos este enfocado la mayor
parte del tiempo a la optimización de los procesos productivos mediante la
industrialización de las operaciones para obtener productos de calidad, la
ética profesional por la que se rige esta estrechamente entrelazada con la
reducción de los impactos negativos causados al medio ambiente. Durante los
años que llevo estudiando esta carrera y con ayuda de algunas referencias, he
podido identificar tres grandes retos que involucra la actividad del ingeniero
de alimentos con la ecología:
Disminución del derroche de energía y recursos durante los
procesos de transformación (practicas no sostenibles): Es necesaria
la aplicación de energías renovables que nos permitan
cuidar el medio ambiente de las emisiones causadas, por otro lado se debe
realizar un plan de ahorro de agua debido a que cerca del 90% de los procesos
de transformación necesitan el uso de este recurso.[5].
Desarrollar nuevas alternativas para reducir la cantidad de
residuos que generan, directa o indirectamente algún tipo de contaminación: es
necesario re-diseñar las operaciones que
generan emisión de gases o compuestos que dañan
la atmósfera y el agua durante el proceso, adicionalmente
se deben aplicar nuevas tecnologías para la disminución del
uso de empaques o envases hechos de materiales contaminantes sin afectar la
integridad del alimento. [6].
Mantener la biodiversidad (monocultivos):
Las tendencias de consumo afectan la biodiversidad debido a que
no todos los productos de la naturaleza se consideran aptos para el consumo
humano o de su agrado, generando una deforestación para realizar los cultivos
de aquellos productos mas rentables para la industria; esta
misma situación se observa con la ganadería. También es
importante mencionar el creciente auge de los
alimentos genéricamente modificados que afectan los suelos y el
agua cortando con la cadena natural de regeneración de la
Tierra.[5].
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